4 mar 2009

Duerme mi niña

Sabes que podría atar mis brazos a tu cuerpo y detener el tiempo, intoxicarme con tu aroma, rodear tu espalda y que por siempre todas las tardes como esta, duermas en mis brazos, y suplicar al creador eternizar los momentos a tu lado, y que la pausa de este instante dure un par de lustros, al menos hasta que las uvas sean ya un buen vino, o hasta que dejes de necesitar mis brazos y tu reino sea similar al de tus sueños, aunque no se asemejen a los míos.

Duerme mi niña, yo estaré aquí cuando despiertes, ahora descansa, te dejo un beso en la mano, recuerda que cuando un hombre quiera besarte, debe primero hacer lo mismo, besarte la mano mi princesa.

1 comentario:

citlalminatzin dijo...

Es emocionante mirar aquella parte de ti soñando, como cuando piensas que llevas el corazón puro y limpio en las manos, y ahi entre tus brazos, imagino que sientes como late y como vives con ese latido aun cuando el de tu pecho dejo de funcionar. Y Miras a tu alrededor y no hay nada, solo tú y tu corazón durmiendo, soñando con lo que ahora le llama la atención, y mañana talvez será un varón, espermos que un varón respetable y no un haragan o un músico o un don nadie. Quisiera algún día decir lo mismo a aquella princesita o a aquel guerrero que lata entre mis brazos mientras yo sueño que será mejor que yo por mucho y que nada ni nadie le haga daño, pero si llegara a darse el caso, tú corazoncito sabe que tiene el apoyo de ese rey dueño del castillo, y sobre todo del amor que en ella crece... sisisi... Que bien¡¡¡