29 jul 2009

Negro de Pantera

Lejanos templos de otros dias,
rituales sagrados,
esencia de magia pura,
elevación del ser,
olor de copal,
el mistico camino del rio,
presencia de equilibrio.

Afino mi olfato,
te huelo,
te siento; estas muy cerca.
Quiero recuperar mi forma
de respirar,
y nunca olvidar,
el instinto que me trae a ti.

Ahora todos quieren ser parte
de la mutación.
ahora todos dicen
saber de paz espiritual
pero nadie te conoce.
Y la iguana me cuenta
que no cuida de su espíritu.
-¡ Cuidado amigo... ¡-
-Respira- le digo.

Negro de Pantera...
es un Jaguar melanico,
y me mira,
me observa,
me acecha y me atrapa.
¿Reconocieras mi aliento
aun después de esta vida?

Porque no quiero ser parte
de la tibieza de este valle
porque no quiero regresar
de donde me oíste aullar.

Ahora entiendo mas
y esperare por ti,
la receta que cure mi pueblo.
Mientras tanto regresare,
caminare en la montaña
y cuidare de la manada.

28 jul 2009

Soledad

Mil amaneceres me esperan a tú lado,
soles de invierno que consolidarán
dulce abrigo entre tus brazos.

Vacaciones de playa y descanso,
una casa donde el lujo serán tus labios.

La luna de tus sueños mantendra
mis miedos escondidos hasta que
mueran o se queden eternamente dormidos
y la muerte no será más que una leyenda
en vano contada.

Siendo las mañanas de resucitar,
las tardes de plegarias y las noches
milagros en el altar.

Palabras para calmar el alma,
caricias para arrullar y nunca
distinguir el sueño de la realidad.

El Diablo pactará con Dios
una tregua y no tendremos
que preocuparnos por ninguno
pues estarán en paz.

Seguiras siendo la bandera
hondeante en la cima de mi
corazón imposible de escalar
y exhumarás las penas por las
que me siento a veces mal.

Tiempo de sobra tendremos
para observarnos en silencio
sin callar la mirada o el palpitar.

Serán nuestros bebés cuestión eterna,
luz en la obscuridad y nuestras manos
el transporte que visite otras galaxias
y soles y lunas y planetas e ilusiones distantes.

Mil plumas tendrán que sacrificarse
cuando cruces por mi mente y serán
dichosas al dar su sangre por una diosa.

Amada mía después de ti todo es
incierto, tristeza, letras sin contestar.

Soledad.

Este es un sueño del que nunca
quiero despertar.

A un amigo...

En el cielo nocturno hay corazones,
brillantes los cercanos y opacos los distantes.

Como lluvia se presenta la nostalgia
y desaparecen los astros tras
la nube gris acechante.

Se acaba mi sed de juventud
que creí infinita y me lanzan
flechas al pecho las estrellas.

Aquí donde la soledad es pura
y no se mezcla con la indiferencia
me hace flata purgar mis letras.

Se aquietan los reproches de
mi conciencia y mueren tristes
los temores dentro de una botella.

La vida sabe a nada cuando se es pequeño,
y no es que me sienta maduro,
sólo quiero serlo.

Vamos, sientate a mi lado ahora
que nos entendemos,
bebe conmigo temores muertos
con un poco de veneno,
cerremos los ojos y hablemos
hasta que ya no funcione el cuerpo,

así libraremos culpas y
rencores viejos, pero que sea
ahora porque mañana es tarde amigo
y yo me sigo haciendo viejo...

Beba conmigo usted
que tiene sed joven,
muera con ese rencor
ajeno.

Con la luz encendida.

Esta noche voy a dormir
con la luz encendida para
no buscarte a media pesadilla
entre las sabanas a obscuras
y amanecer ogroso, triste,
sin encontrarte.

Crearé un extraño sueño
como los de noches anteriores
en los que apareces y pareces
convencida de mi nombre,

o quizás provoque latidos
de rabia al soñarte con otro
hombre que conoce tu languidez
y te confunde con palabras
que engañan, con falsos sermones.

Tal vez llore porque te has
marchado mientras yo estoy
atado a mis torpes suposiciones
o a un te amo evaporado.

Quizás sonría cuando estes
a mi lado, clara, tibia y respirando
deseos hechos pedacitos de
aire o espamos de recuerdos.

Esta noche dormiré con la luz
encendida, porque no quiero
tener pesadillas, porque quiero
despertar sabiendo que estás a mi lado.

Amor:
!¿Por qué te extraño tanto?¡

Anda...

Anda, está obscuro y nadie nos ve.

Bésame, dame un poco de fuego
que emane de tu ser.

Trata de que nadie se entere,
poddía ser la muerte, y
¿Quién sería yo sin ti?

Calma, no te molestes,
sé que no entiendo, pero
no es momento de berrinches
que amanece y podrían verte.

Es momento de profanar
los recuerdos enterrados
profundo en tu corazón
o se quedarán contigo
para siempre.

Anda, no tenemos mucho tiempo,
posiblemente al amanecer
la sombra de la conciencia se
disipe y todo sea obscuridad,
o luz, puede ser.

Ven, acercate y no temas
que mis labios no envenenan
y mis caricias no buscan
simple y somero placer.

Mirame si puedes, pues mi
alma es clara y sólo tú si
quisieras podrías ver más allá
de mi piel como el ambiente.

Anda, bésame antes de que
entren y tenga que decirte adiós...
-¿Para siempre?
-Espero que no...

Perdoname.

Perdoname, yo no pedi enamorarme,
ni fui quien para abandonarte.
Todo estaba mal bajo la mascara
que a veces te quitaba el tiempo,

la presión, la realidad,
y era entonces cuando me daba
cuenta de que este amor te causa
problemas.

Yo sólo te amaba como aún
lo hago, pero tal vez no te
gustaron mis caricias, o pudiste
hartarte de mis versos !Oh¡
Seguramente fueron mis labios
que resecos te besaron.

Perdona, yo nunca quice
que mi amor fuera tu peste,
yo sólo te amaba como aún
lo hago.

Pero quizás nunca fueron mis brazos
tan confortantes como llegué a pensarlo
o ¿habran sido mis palabras dulces
las que hirieron tu corazón?

En realidad no sé para qué pregunto
si el porqué no quiero saber,
de nada sirve, pues así como llegaste
te fuiste, cual rayo de luna que
jamás volvera a mi cuarto.

Perdoname por favor, yo nunca
pense que llegaría a amarte como
te amo, nunca pense que pudiera
extrañarte tanto.

Corto

Si en mi poesía no miras tu nombre,
no creas que me apena mencionarlo,
es sólo que me gusta decirte:

Siete letras, Nena, Ardilla, Amor....

Pues tengo mil maneras de llamarte
aquí, en este rincon donde te escribe
mi corazón y te aclaman mis letras.

meditando.

Hace un tiempo abandoné
mis letras, postergue mis
sueños y deje mis ilusiones
colgadas de aquel cuarto menguante.

Ahora que quiero de nuevo
expresarme me cuesta trabajo
y pierdo la fuerza que de esta
tierra emanaba a mi pecho

y de mi pecho a mi mano,
y de mi mano al papel
y del papel al receptor
que ahora se ha vuelto
un muerto o un desentendido
o un ignoto perdido y silencioso.

El numen a quien dirijo
mis letras ha entendido,
pero yo estoy confundido
¿Es qué mi inspiración está muerta?
¿Es qué se me acabaron la metáforas?
¿Es qué se han terminado las letras?

Ahora comenzaré a nutrir
mi terreno de nuevo,
esperando que la cocecha
sea más que simple tierra.

21 jul 2009

Tuve que esperar un tiempo...

TUVE QUE ESPERAR UN TIEMPO
para escuchar tu voz de nuevo.

Regreso de este viaje
deshidratado mi pecho,
ocho noches de insomnio,
ocho días pensando en vos.

Estrellas que parecían aves,
Aves que parecían tú y yo.

La luna tan distante del sol
Y tan complementaria
Para mi inmensa depresión.

Nubes que parecían mi corazón,
y de mi corazón llovia
todas las noches una canción
con tu nombre, mis lágrimas

la gran idea melódica,
la lamina el instrumento
y la voz mi depresión.

El canto de las aves me anunciaba
Un día más concluido,
Al cantar las aves me decían
Que disminuía de mi alma
El intenso y agrio dolor,
Al cantar las aves me avisaban
Que era hora de terminar
Esa canción en escala menor.

Cuando los grillos estridulaban
Y las luciérnagas despertaban
Buscaba tu mirada por ahí,
Pero no pude igualar la luz
De tus ojos ni con un millón de ellas,
Lo juro ¡Ni con un millón!

Por más que mi cabeza daba
Vueltas no pude acercarte,
700 kilómetros me separaban de ti.
Y al ratito que podía dormir
Me daba cuenta de lo mucho
Que me haces falta, sólo durmiendo,
Tan bella, te pude observar.

¡Despertaba solo en la obscuridad!
Y acariciaba la cama donde
Ingenuo, pensaba, podrías estar.

Mi viaje fue largo y agotador,
Estoy de regreso tiene ya
Un tiempo, y aquí sin luciérnagas,
No lluvia, ni aves, ni grillos, ni yo,
Sigo esperando el momento
En que de nuevo pueda escuchar tu voz.
México – Veracruz. Julio 2009