2 ago 2010

No ansió más...

No ansío más,
ni ansío menos;
un minuto de tu cuerpo,
una prueba de tus labios,
un segundo de caricias,
un par de malos versos.

Porque soy débil
bajo el cascarón
y sobre el esqueleto.

Sólo quiero sanar las viejas heridas de tu piel
pasando sobre ellas las yemas de mis dedos,
y absorber tu esencia en un suspiro de tu sueño.

Decir por una vez,
aunque me contradiga,
entre tus brazos:
El amor existe.

Oscultar el sol y
esculcar la luna,
hacer cosquillas a tu vientre
mientras bebemos
tragos de pasión
aunque el creador
sienta esos celos divinos.

Entonces se dividirá el cielo
y dará paso al fin a mi alma,
y será por eso que cuando despiertes,
ya no estaré más en tu cama...

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