12 oct 2009

No sé.

Tus hermosos ojos se incendian
como una gran llama de coraje,
y tu piel, bajo la luz de luna,
pide a gritos mil y más caricias.

Tersa sabana de seda deslizada
por la parte blanda de lo sensible,
dulce olor de agua salada que
puede hacerse siempre irresistible.

Se derrama por el borde de la cama
la miel producida por la colmena,
miel que manchara el piso, la almohada,
dulce nectar que da vida a mi alma.

Y entre el blanco par de pétalos
que aroman tu hermoso jardín,
beso el Sol (pura vida para mi fotosíntes),
beso la luna (domadora de mis mareas)

La llama de tus ojos cubre totalmente
el herbario de tu cuerpo,
la miel se vuelve caramelo
y despertamos juntos en medio del desvelo.

1 comentario:

Elena dijo...

Es increiblemente bello. Hace mucho que no leia algo tan tierno. Aplausos.